Fue
una fiesta española, eso ya estaba claro antes de que empezara el partido.
El fútbol español consiguió en este año, de lo que
suenan todas las federaciones de Europa, probablemente del mundo: meter a dos
equipos del mismo país en la final del campeonato de clubes más
importante del mundo. El 24 de mayo del 2000 jugaron dos equipos de nuestro
país la final de la Liga de Campeones.Real Madrid y Valencia se jugaban
el trono europeo.
En principio parecía que el Valencia tenía todas las papeletas para ganar por primera vez en su historia esta final. Con la tranquilidad de saber que el año que viene van a jugar también la Liga de Campeones, y con la forma que habían demostrado en los últimos partidos, el equipo de Cúper se perfilaba como favorito claro para esta final. El Madrid en cambio se jugaba toda la temporada en este partido.La victoria era necesaria para poder jugar con los grandes de Europa el año que viene, y todo lo demás se habría calificado como debacle merengue.
Con 72.000 espectadores españoles empezó esta grán noche española. Los equipos habían puesto los hombres esperados en los onces iniciales que se esperaban. Cúper tuvo que modificar la defensa con Gerardo por el sancionado Carboni, el único cambio en el once ché. Por el Madrid comenzaron los que habían jugado los últimos partidos contra el Bayern, a pesar de Savio que arrastraba una lesión. Y el partido empezo a cien por hora. Después de cinco minutos el partido ya estaba roto, los directores Redondo y Farinós no se veian y lo único que ocurría eran constantes ataques de las lineas ofensivas de ambos equipos. nada más decir que en los primeros diez minutos hubo cinco saques de esquina para cada equipo lo dice todo.
Pero el Valencia fue cediendo, acercandose el minuto 20, el centro del campo al Madrid. Redondo empezó a disfrutar del sitio que le hace falta para llevar a su equipo hacia adelante, y poco a poco todo el Madrid, desde la defensa hasta los puntas Morientes y Anelka empezaron a asentarse en el campo y a dirigir al partido y al Valencia durante todo el partido.El Valencia no se acercaba apenas con peligro y si lo hacían , llegaban demasiado apresurados y con prisas como si tuvieran que marcar un gól lo más rapido posible. el Madrid en cambio con calma y la mano maestra de Redondo y Raúl llegaba cada vez más peligrosamente ante la portería de Cañizares.
Y ocurrió en el 39.Salgado centra en el area y Morientes cabecea a placer a Cañizares. La lata estaba abierta y no se volvería a cerrar más.El Valencía una sombra de si mismo no se volvió a asentar en el campo y el partido tenía aire madridista.
En la segunda parte el Valencia empezo a dominar algo el balón, ya que los chicos de Del Bosque le cedieron el centro del campo. El Valencia se había apoderado del ritmo del partido, pero sin asustar, al contrario. El Madrid sin descuidar nunca el ataque se acercaba en contraataques siempre peligrosamente.Y atrás con Iván Helguera, que se ha convertido en la revelación de este año, como capo de la defensa madridista y siempre concentrado no permitía ningún desajuste de sus centrales, que le permitiese a los puntas valencianistas a colarse por las lineas del Madrid.
En
el 62 el partido llegó a su sentencia. McManaman marcó un zapatazo
en el marco de Cañizares y practicamente se había acabado el partido.
Entró Ilie por Gerard, pero el Valencia se había quedado a las
puertas de la gloria que cúlmino en el gól de Raúl en el
minuto 74, cruzandose todo el campo y batiendo a Cañizares de la forma
que lo hacen los cracks.La octava estaba en el Bernabeu.
Fianlmente se puede decir que tal vez la presión y el papel de favorito fueron las claves para que el Valencia no jugase ni la mitad de lo que sabe.El Madrid, por su historia, siempre acostumbrado a estas situaciones pudo ponerle su sello a esta final y ganarla con todos los méritos del mundo. Pero no nos olvidemos que lo más importante es que dos de los nuestros, dos españoles han hecho historia en Paris. Y a veces es una pena que no puede haber dos ganadores aunque animicamente todos los españoles somos ganadores de esta final y de este triunfo. Ahora esperemos la Eurocopa, tal vez alli puede pasar algo también muy bonito para nuestro país.
La historia de un glorioso de Europa - El REAL MADRID