La selección francesa no ha tenido demasiados
problemas para superar a un conjunto danés muy tocado por las
bajas. A pesar de que en la primera parte, los hombres de Bo
Johansson han impuesto un ritmo alto al partido y se han
mostrado muy agresivos en ataque, pronto el cansancio y la
falta de hombres tan importantes como Jorgessen y Helveg ha
hecho mella. Ha sido en ese momento cuando Yuri Djorkaeff y
Zinedin Zidane han desplegado su mejor juego. Los dos
jugadores galos apoyados por Petit y Deschamps han
reorganizado el juego francés, y con sus pases milimétricos,
la delantera formada por Henry y Anelka ha tenido las mejores
oportunidades del partido. El primer gol ha llegado en el
minuto 15. Después de un despiste defensivo danés, Laurent
Blanc se ha quedado solo ante la portería de Schmeichel.
Entonces el combinado francés, más tranquilo, ha impuesto su
juego, con constantes escapadas por las bandas de Henry. A
pesar de que el partido estaba claramente en manos francesas,
la selección danesa no ha dejado de luchar. Bo Johansson ha
apostado por añadir más poder atacante sacando al lesionado
Martin Jorgessen y a Gravesen, pero no había nada que hacer.
En el 64 Henry en una de sus internadas y Wiltord, que había
entrado por Anelka, en el 92 han sentenciado un encuentro que
deja en evidencia que esta Dinamarca no es la del 92.
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