Toldo será el héroe de una semifinal que
prometía mucho más de lo que ha dado. A pesar de que Italia se
quedó con diez hombres en el minuto 33 por expulsión de
Zambrotta, los de Rijkaard no han sido capaces de superar la
solidez de las líneas italianas. Los 120 minutos de rigor no
tuvieron goles, aunque si buenas oportunidades por ambos
lados. Sólo comenzar, Bergkamp se encontró con el palo en un
excelente disparo desde fuera del área. Pero la defensa
italiana ha estado inmensa y Paolo Maldini en su doble tarea
de organización y defensa ha sido capaz de centrar la
filososfía de su equipo y mantener la comunicación entre
líneas. La clave del partido han sido sin duda los dos
penlaties desaprovechados por Holanda, uno fallado por Frank
de Boer y el otro por Kluivert. Holanda se ha ido abajo en ese
momento e Italia ha mantenido su estilo clásico intentando
encontrar la velocidad y el acierto de, primero Inzaghi y Del
Piero, y posteriormente, Delvecchio y Totti. La prórrroga ha
seguido una tónica parecida. Italia había hecho un gran
desgaste en las dos partes, y se ha tomado las cosas con
calma, casi buscando la tanda de penas máximas. Por su parter
Holanda ha quemado los últimos cartuchos de ataque y ha tenido
buenas oportunidades a pies de Davids, Kluivert y Seedorf.
Pero el fantasma de Holanda en los penalties ha acabado
decidiendo la semifinal. Frank de Boer ha vuelto a fallar, y
también Stam y Bosvelt, mientras que Kluivert, esta vez si ha
cumplido. Toldo debajo de los palos, mostrando una vez más que
ésta generación de porteros italianos es increíble, ha atajado
dos de los tres disparos fallidos, mientras Di Biagio,
superando el trauma del Mundial 98, Totti y Pessotto no han
perdonado, aunque si lo ha hecho Maldini, que ha fallado el
suyo. Pero con Italia en la final cualquier error queda
olvidado.
|