El Málaga se engancha al tren
europeo tras vencer al Zaragoza
MÁLAGA, 11 (EUROPA PRESS)
El Málaga consiguió su tercera
victoria consecutiva en Liga y, con un gran juego, hace soñar a su afición con
cotas mayores: jugar en Europa la próxima temporada.
Málaga y Zaragoza dejaron un buen
sabor de boca, en un partido bonito, muy disputado y con alternativas durante
la primera parte. Andaluces y aragoneses salieron a jugar al fútbol y brindaron
un encuentro divertido y entretenido, en el que el Málaga hizo valer su
superioridad por las bandas y la mayor efectividad de una pareja letal que está
en estado de gracia, la de Darío Silva y Dely Valdés. Fueron los maños quienes
se asentaron mejor en el terreno de juego. Costa sorprendió con la entrada de
Marcos Vales por la derecha y Montenegro en la media punta. El argentino tuvo
un primer cuarto de hora colosal. Con De los Santos en la grada, Peiró arriesgó
y situó a un solo medio centro, Movilla, mientras que Sandro actuaba de
enganche.
Pero fueron los malagueños los que
tuvieron la primera ocasión del partido, cómo no, de la mano del dúo Dely
Valdés-Darío Silva. Fue sólo un aviso de lo que vendría más tarde. El
'Pichichi' malaguista, Valdés, remató de cabeza un centro de Agostinho, muy
activo por su banda, y rompió la igualada. El Zaragoza estaba obligado a variar
su esquema, demasiado defensivo, pero el Málaga continuó con el acoso al portal
de Juanmi, excelente. Darío Silva tuvo el 2-0 en sus botas pero el meta del
Zaragoza demostró porqué ha sido internacional. Agostinho era un coloso por su
banda y los hombres de Costa no hallaban el camino para surtir a Esnáider. Sólo
las escaramuzas de Montenegro ponían en evidencia el centro del campo del
Málaga. Un bagaje demasiado escaso.
Tras la reanudación, el canario
aprovechó un disparo al poste de Agostinho y envió a la red el gol tras el que
se inició la polémica. Puentes Leira expulsó minutos después al capitán del
Málaga, Bravo, por doble amarilla. Acto seguido, Juanele, que acababa de entrar
en sustitución de un desangelado Marcos Vales, se enganchó en una trifulca con
Sandro que fue más listo que el zaragocista y le sacó la expulsión tras una
supuesta agresión. El partido volvió a la normalidad, sólo que con diez hombres
por equipo, y el lógico revuelo por las expulsiones.
El equipo de Peiró estuvo a punto de
aprovecharse de las 'turbulencias' y tanto Dely Valdés como Darío pudieron
firmar la sentencia. El Zaragoza estaba herido pero se mostró incapaz de dar un
solo zarpazo. Rufete tomó protagonismo y el Málaga mantuvo la posesión y se
hizo de manera merecidísima con tres nuevo puntos que le suben, en marcha, al
tren perseguido de los puestos UEFA.