El Rayo se despide de su
aventura europea con una victoria
MADRID, 15 (EUROPA PRESS)
Diecinueve minutos tardó el Alavés,
que confirmó su condición de bestia negra, en aplastar el sueño del Rayo
Vallecano de alcanzar la hombrada de remontar los tres goles que traían los de
Juande Ramos de desventaja de la ida disputada en Mendizorroza. Eso fue lo que
le costó a Jordi Cruyff batir la meta de Julen Lopetegui y en poner en unos
imposible cinco tantos el valor del milagro para los vallecanos, que al menos
pudieron despedirse de su aventura europea con una victoria (2-1).
Salió con ganas el Rayo, con la mente
puesta en el milagro. Con tan sólo tres defensas puros y el brasileño Glaucio
jugando como falso lateral derecho, Juande Ramos puso un esquema más ofensivo
de lo habitual en busca de lo que más necesitaba su equipo esta noche europea,
los goles.Así, los franjirrojos acosaron en los primeros cinco minutos la meta
de Herrera.
Sin embargo, Mané, consciente de que
se iba a encontrar un Rayo enrabietado en el inicio del partido, dio con las
armas para contener el agobio inicial al que les iban a someter los vallecanos.
Con una defensa de cinco, con los centrales Sarriegi, Karmona y Eggen para
sofocar los balones por alto en busca de Bolic y Bolo, y Contra e Ibon Begoña
para taponar la profundidad por las bandas de Michel y Glaucio, el Alavés logró
contener el empuje de los madrileños.
Por si fuera poco, el Alavés mostró
su peligroso contraataque y en el minuto 5 en dos pases Iván Alonso se plantó
tras una gran cabalgada en el área del Rayo y era derribado por un Glaucio, que
mostró sus carencias defensivas, en un claro penalti que tan sólo no vio el
colegiado francés Colombo. Este pequeño susto atemperó los ánimos de los
vallecanos, hecho que los vitorianos aprovecharon para estirarse poco a poco.
El Alavés comenzó a tocar y llegar
con peligro a las inmediaciones de la portería de Lopetegui. En una subida del
rumano llegó el tanto de Jordi Cruyff a los 19 minutos, que cayó como un mazazo
para un Rayo que se veía fuera de sueño de alcanzar las semifinales de la Copa
de la UEFA ante la necesidad de batir en cinco ocasiones la meta de Herrera.
Tan sólo el gol del 'Mami' Quevedo, en el minuto 41, volvió a despertar a una
afición enmudecida desde el tanto de los vitorianos.
Achuchó el Rayo en el inicio de la
segunda mitad en busca de ese tanto que, por lo menos, volviera a meterles en
la eliminatoria. Pero en vista de que la eso era casi imposible, el Rayo se
arrojó al descubierto a por ese tanto que le permitiera al menos llevarse el
buen sabor de boca del triunfo Cuando parecía imposible introducir el balón en
la portería de Herrera, Bolic sacó con gran habilidad un penalti que, no sin el
suspense de tener que repetirse, Luis Cembranos se encargó de transformar para
dar, al menos, un merecido triunfo a un Rayo que perdió su sueño de jugar con
el Liverpool en Europa hace siete días con el 3-0 en Mendizorroza.