El Zaragoza se
clasifica con goleada incluida ante el Murcia (4-1)
ZARAGOZA 17, (EUROPA PRESS)
Zaragoza y Murcia asumieron el segundo acto de su eliminatoria de
octavos conforme al guión, tras la mínima ventaja de los de Luis Costa en
la ida (2-3) y centrados ambos más en su competición liguera, por ello,
Mel dejó fuera a cinco titulares y el Zaragoza le endosó una goleada
(4-1).
El Zaragoza salió a jugar con el Murcia y con el marcador buscando un
gol que acabara por liquidar una eliminatoria, suponiendo que ya no
hubiese quedado resuelta en La Condomina. Poco a poco, controlaron los
maños el ritmo de juego, dominando al equipo de Pepe Mel y poniendo
tímidamente en apuros la portería de Viña.
El partido era aburrido, sin excesiva calidad y monotonía en el
mediocampo. Ferrón recibió por banda a los 28 minutos de juego y vio cómo
Jamelli se metía por velocidad, dejó el esférico en franca ventaja y batió
al meta murciano que salió vendido a su suerte, para encarrilar el
encuentro.
Pero como si Ferrón se hubiese quedado con las ganas, la magia del
fútbol es así y un minuto después, Rebosió, tras una combinación en el
medio campo, metió entre líneas y Ferrón se colgó la gloria que antes dejó
en forma de pase. Su gol resolvió la eliminatoria y dio paso a los mejores
minutos de los locales.
TRAS EL DESCANSO, GOL EL MURCIA
Mel fue al por el encuentro y buscó tras la pausa más frescura en
ataque al sacar al debutante Zárate y a Ciani en defensa. Fruto de la
casualidad, y a poco de comenzar el encuentro con trazas de deslucido tal
y como acabó el primer tiempo, el Murcia acortó distancias. En un fallo
del centro de la zaga, a los 51 minutos, un centro desde la izquierda
llega a Tonelotto que marca 2-1.
El Zaragoza cayó en unos instantes de desconcierto en los que dejó en
franquicia a los murcianos, si bien la escasa calidad técnica de los
"pimentoneros", evitó la sorpresa. Pero como es habitual en los últimos
encuentros, José Ignacio destapó el tarro de las esencias y en un gesto
técnico anotó el 3-1 a los 62 de partido para disipar las dudas sobre el
marcador.
A 20 minutos del final, Garitano provocó con una entrada que Lloc
Andreu le mostrase la segunda amarilla y su expulsión. El equipo se
reconvirtió a un 4-4-1 y fue cosa de brujas porque a renglón seguido, el
recién ingresado, Martín Vellisca recibió un centro que remató
defectuosamente y el balón quedó muerto en la línea de gol desde donde
José Ignacio marcó el 4-1.