El
Balón de Oro brilló con luz propia ante el Oviedo
MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
Luis Figo fue la estrella de un encuentro donde recibió el galardón del
Balón de Oro, que le designaba como mejor jugador europeo del año y
demostró abriendo el marcador del encuentro ante el Oviedo, que nada pudo
hacer para frenar a los madridistas y sigue sin marcar ni ganar fuera del
Nuevo Carlos Tartiere.
El encuentro comenzó con un Oviedo muy bien armado en todas sus líneas
ante un Real Madrid, que seguía pendiente de los festejos de su balón de
oro. La jugada polémica llegó al inicio en una jugada de Luis Figo por la
banda derecha cuyo centro al área pequeña quería ser aprovechado por
Fernando Morientes, que fue derribado por Keita, sin que Losantos Omar
señalara la pena máxima. El centrocampista portugués estaba dispuesto a
que esta noche fuera mágica, en esta ocasión una cabalgada de Fernando
Morientes por banda izquierda, que se deshace de Martinovic, para dar el
pase de la muerte al portugués, que bate con facilidad a Esteban, marcando
el primer tanto del partido y el quinto en la cuenta personal del jugador
en esta temporada. El Real Madrid no desplegó en esta primera parte el
juego, que venía acostumbrando, el control del balón era del Oviedo, pero
las ocasiones más peligrosas eran creadas por los madridistas, que
buscaban la contra y la rapidez de Morientes para poner en aprietos la
meta del cancerbero Esteban.
El conjunto de Radomir Antic tuvo en las botas de Oli la jugada más
peligrosa. Una jugada llevada entre Tomic y Amieva, era aprovechada por el
delantero ovetense para sacar un duro disparo que Iker, muy atento logró
desviar el esférico al córner. Tras la reanudación, parecía repetirse la
historia de la primera mitad. El brasileño Savio es derribado dentro del
área por Danjou, en el primer minuto de la segunda mitad, que el colegiado
no pitó como ocurrió con el de Fernando Morientes en los inicios del
primer tiempo. El equipo de Vicente del Bosque salió mentalizado en
brindar un buen espectáculo a sus aficionados, haciendo jugadas bonitas
que creaban peligro, pero sobre todo vistosidad con caños, vaselinas y
quiebros a los defensas, pero ninguna de ellas consiguió materializarse en
gol.
Los madridistas querían sentenciar el encuentro ante el Oviedo y
conseguir su octava victoria consecutiva en la competición liguera.
Morientes, en el minuto 56, fue el encargado de situar el 2-0 en el
luminoso en una jugada personal tras un gran desmarque de Raúl. Radomir
Antic no estaba contento con lo que estaba viendo en el césped y decidió
dar entrada a Veljko Paunovic para intentar dar más mordiente al ataque
ovetense ya que no llegaban a la meta de Iker Casillas, que estaba de mero
espectador del encuentro. La fiesta estaba en el Bernabéu. Pedro Munitis,
recién entrado en el campo, quiso colaborar con sus compañeros,
aprovechando a la perfección un pase de Raúl, para que el cántabro batiera
a Esteban por bajo y con la derecha situando el 3-0 en el marcador.
La goleada pudo ser de escándalo contra el Oviedo, pero la falta de
fortuna y puntería de Munitis y Raúl salvó la meta de Esteban, mientras
que su técnico nada podía hacer para frenar la máquina madridista que
desplegó su mejor juego en esos minutos. Del Bosque quiso dar su homenaje
a la figura del partido, Luis Figo, que fue cambiado por Guti a falta de
cuarto de hora del término del encuentro, para que se llevara el
reconocimiento de su afición en un día tan especial para el centrocampista
luso. El broche final lo puso el inglés Steve Macmanaman con un golazo
soberbio por la escuadra izquierda de la meta de Esteban, que fue
aplaudido por su compatriota y leyenda del fútbol inglés, Bobby Charlton,
además de los aplausos de Radomir Antic. Con el Bernabéu mostrando
pañuelos y los gritos de olé-olé por las jugadas de los merengues, el
encuentro terminó tras la exhibición del Madrid.