El
Zaragoza se apagó con 3-0 y Osasuna se encendió
ZARAGOZA, 14 (EUROPA PRESS)
Zaragoza y Osasuna disputaron un encuentro entretenido en La Romareda.
El Zaragoza olvidó que los partidos duran 90 minutos y que 3-0 en media
hora no garantiza la victoria. Por eso, a la media hora, el equipo
aragonés desconectó las baterías y Osasuna se las puso, para llegar 3-2 al
descanso.
Lotina encajonó a cuatro en la zaga, como si el Zaragoza jugase con
tres puntas letales y desarmó la salida a la contra de sus hombres. Los de
Costa, mejor plantados, supieron de memoria lo que había que hacer. El
Zaragoza, con una defensa en cuadro, evidenció oficio en el inicio, ya que
el debutante César Giménez se estrenó como goleador con un tanto de
extraordinaria ejecución que recordaba al ausente Aguado. Por ello, a los
3 minutos, Esnáider deja un balón en la medular a Montenegro que le ofrece
la tarjeta de visita a Nuno con su disparo. Parecía un presagio de lo que
se le venía encima. El disparo lo atajó Nuno, antes de que César Gimenez,
seis minutos después le quitara el precinto al encuentro de soberbio
testarazo aunque libre de marca.
Con el 1-0, los maños se fueron en busca de la sentencia y el Osasuna
hizo aguas en defensa, especialmente por alto, hecho que aprovechó
Esnáider a los 10 minutos para cabecear un poquito desviado. Cuatro
minutos después, repite movimiento Lanna con idéntico resultado. Al
instante, minuto 16, Montenegro encuentra una grieta más en la zaga
rojilla y acierta a conectar con José Ignacio quien ejecuta magistralmente
en la salida de Nuno para establecer el 2-0. A renglón seguido, casi sin
tiempo de reacción, el aluvión maño consiguió el 3-0 al rematar desde la
frontal un balón perdido. Osasuna estaba enloquecido en el campo,
desordenado, sin disciplina y sin sensación de colectivo, algo que remedió
de forma incontestable en dos minutos con dos goles. A la media hora,
Alfredo, en un extraño del balón, batió a Juanmi, quizá un poquito
adelantado. Como el Ave Fénix, el equipo de Lotina resurgió de las cenizas
y con un cabezazo de Iván Rosado ante la pasividad de la defensa local,
logró meter a Osasuna en el partido y con una hora para buscar su suerte.
Incluso pudo cambiar el resultado al descanso, cuando a un minuto del
final, un lío en el área local, estuvo a punto de poner el empate en el
marcador. Así se llegó al descanso.
PENALTI A FAVOR DEL ZARAGOZA, DIEZ MESES DESPUES
Tras el descanso, el Zaragoza salió mandando, pero menos. La fragilidad
defensiva se evidenció y el desfonde de Acuña perfilaba a un equipo
desgajado. Prueba de ello es que en el minuto 52, el paraguayo lanzó desde
treinta metros una falta rasa que se perdió mansamente y sin peligro
ninguno. Lotina no se aguantaba y sacó a diez minutos de la segunda parte
a Gancedo y Sabino, en busca de un empate que, a tenor de lo visto se
antojaba legitimado, a pesar de que Alex y Armentano, los jugadores
sustituidos, estaban realizando bien su trabajo. En esto, a pesar de estar
deslavazada la delantera zaragozana, Esnáider bajó a recoger un balón que
donó a Juanele por el carril central y Vidakovic lo derribó dentro del
área, Prados García no dudó en señalar penalti.
Esnáider anotó la primera pena máxima de la temporada a favor de los
maños, después de diez meses, desde marzo del 2000. Con el 4-2, Osasuna lo
intentó pero en esta ocasión, la rabia pamplonica no fue suficiente para
que el dominio maño decayera como había sucedido en la primera parte
aunque los de Lotina no cejaron en el empeño. El Zaragoza se diluyó en la
medular y a un cuarto de hora, Costa oxigenó su zona de creación con
Jamelli y Garitano, dando descanso a Juanele y Montenegro. El equipo no
cambió demasiado y el marcador tampoco, aunque Mateo de falta, a 9 del
final, mandó alto su disparo, a pesar de que los de Lotina buscaron con su
trabajo reiterado mejor fortuna en el marcador.