El Zaragoza
se mete en semifinales al imponerse al Racing (2-0)
ZARAGOZA 7, (EUROPA PRESS)
El Zaragoza y el Racing llegaban al choque copero con parecidas
posibilidades de clasificación. El 1-1 de la ida auguraba un choque
igualado, pero el gol, con un tanto de fortuna, de Acuña abrió un camino
que Aguado incrementó posteriormente para terminar imponiéndose el
conjunto local por 2-0.
El Racing se presentó de inicio con un planteamiento conservador,
buscando la velocidad de Regueiro y Mazzoni, como si la casualidad fuese
el único argumento válido para un equipo que nunca tuvo en la mente la
Copa.
Por el contrario, los de Costa se diluían arriba y Juanele con
Vellisca, además de Jamelli, no presionaban en las puntas y permitían que
los de Manzano saliesen libres de marca y edificasen rápidos y peligrosos
contragolpes. Por ello, la capacidad rematadora corría a cargo de los
visitantes y si Cárdenas avisaba al cuarto de hora, Arzeno de cabeza
enviaba el esférico al larguero enfriando el aliento de la media entrada
que poblaba el graderío de La Romareda.
Pero la fortuna, que también cuenta, quiso que Ramis cometiera falta
sobre Esnáider en una zona similar desde la que logró el quinto ante el
Rayo. Acuña talonó y envió su disparo que, tras tocar en la barrera,
descolocó a Ceballos y desprecintó el marcador inicial a los 33 minutos de
juego.
TRAS LA PAUSA, EL 2-0
Tras la pausa, el Racing se volcó sobre la portería de Juanmi aunque
los maños tuvieron la paciencia de aguantar las envestidas de un equipo
que mostraba las carencias ofensivas del colista de la Liga española.
A los 59 minutos de juego, Acuña botó la enésima falta y Aguado libre
de marca, ejecutó el movimiento inapelable para poner pie y medio de su
equipo en las semifinales de Copa. A partir de ahí, el Racing se vino un
tanto abajo y Manzano apostó por Manjarín en detrimento de Jaime, pero el
signo de la eliminatoria no parecía peligrar.
El Zaragoza jugó mejor a favor de obra y Manzano daba la impresión de
renunciar a la remontada, cosa que aprovechó Esnáider en una llegada por
banda de Vellisca para dibujar un precioso escorzo que se perdió rozando
la escuadra. Fue el último remate del argentino, justo antes de
lesionarse.