El
Barcelona elimina al Espanyol en un derbi bronco (1-1)
BARCELONA, 7 (EUROPA PRESS)
El FC Barcelona logró hoy el pase a las semifinales de la Copa del Rey
gracias a la ventaja adquirida en el polémico partido de ida disputado en
el Olímpico de Montjuïc (1-2) puesto que no pudo pasar del empate ante el
RCD Espanyol en el Camp Nou, en otro derbi a la vieja usanza, con polémica
y tensión.
Y emoción hasta el último minuto, en el que fue anulado por fuera de
juego un gol de Nizhizawa que habría forzado la prórroga. De nuevo la
actuación del árbitro, como en la ida, despertó las críticas de ambos
bandos.
Había concluido el primer tiempo con el resultado final, con goles de
Frank de Boer y Roger, y se vivió un cuarto de hora final de nervios, por
un penalti no señalado a favor del Barcelona y por la expulsión de Cocu,
aunque finalmente cayó el campeón de la Copa del Rey, con la cabeza bien
alta ya que tuvo ocasiones para dar la sorpresa y romper su historia en el
estadio barcelonista, en el que no gana desde 1982.
El Espanyol salió sin complejos y tomó la iniciativa, aunque a los
siete minutos encajó gol en el primer acercamiento al área de Argensó. En
saque de esquina, sirvió Guardiola y Frank de Boer remató de cabeza en el
primer palo. Al equipo dirigido por Paco Flores no le quedaba entonces
otro remedio que buscar el gol. Eran necesarios dos para igualar la
eliminatoria.
Y al Barça le surgió un contratiempo, al lesionarse Overmars. Además,
el Espanyol no iba a dar su brazo a torcer. Sergio puso un centro alto
desde la derecha y el joven Reina, por encima de Roger y Tamudo, saltó
para atrapar el balón, aunque se le escapó en una mala caída y el menor de
los García Junyent aprovechó para marcar a puerta vacía.
EL ESPANYOL MANTUVO LA LINEA EN LA REANUDACION
En la segunda parte, el Espanyol se mantuvo en su buena línea, sin dar
opciones a un Barcelona espeso que nada tuvo que ver –tampoco el rival-
con el que ilusionó al Camp Nou el pasado sábado. Aunque cada vez se
volcaba más el Barça sobre la bien plantada defensa de los de Flores. Un
par de disparos de falta demasiado altos de Frank de Boer y Rivaldo, o uno
de Luis Enrique en jugada, eran sin embargo los únicos recursos, aunque
había conseguido ya encerrar al rival en su campo.
Y en cuarto de hora final de infarto con el público enfurecido ya que
en tres minutos, dos decisiones arbitrales hicieron estallar el Camp Nou.
La primera en el 73, por un derribo de Lopo a Kluivert dentro del área, no
señalado por Pérez Burrull, y la segunda, que encendió definitivamente la
tensión sobre el césped y en las gradas, por la expulsión de Phillip Cocu.
En una acción que después propició una tangana entre los jugadores y
también las quejas de Serra Ferrer hacia Flores, el centrocampista se
lanzó al suelo y le propinó una dura entrada por detrás a Tamudo. Aunque
hubo más. El Espanyol, en su única ocasión en el segundo tiempo, logró el
empate, obra de Nishizawa, al rematar a bocajarro un balón que antes había
peinado de cabeza, aunque fue anulado por fuera de juego del paraguayo
Toledo, ante la desesperación del japonés.