MARTES,EL 16 DE ENERO 2001

Luis Cembranos devuelve al Rayo a los puestos altos de la clasificación

MADRID, 10 (EUROPA PRESS)

Luis Cembranos devolvió hoy al Rayo Vallecano a los puestos altos de la clasificación en un final de partido agónico en el que Osasuna pudo llevarse la victoria merced a un penalti que finalmente falló Iván Rosado y que sentenciaron los locales gracias a un disparo de falta del centrocampista leonés.

Durante los primeros minutos, el buen fútbol brilló por su absoluta ausencia, con un juego totalmente trabado y un balón que no se dejaba dominar sobre el 'bacheado' césped de Vallecas, que presentaba un aspecto poco propicio para la práctica del balompié. El juego raso se presentaba prácticamente como una 'misión imposible' y la única estrategia útil a seguir parecía el continuo bombeo del cuero. Uno de los hombres más activos de los 'rojillos' era un viejo conocido de la afición vallecana, Carlos Llorens, que recibió los pitidos de los aficionados franjirrojos en cada ocasión en que tocaba el esférico. Sin embargo, era Alfredo, por la banda derecha, del que partían las jugadas de ataque, con Iván Rosado como receptor de sus pases, aunque sin crear ocasiones de verdadero peligro.

EL RAYO SE ADELANTA

Daba la impresión de que el Rayo Vallecano había entablado una dura batalla contra el césped de su feudo y el equipo rival cuando, en el minuto 23, llegó el primer tanto del encuentro y sexto del centrocampista gaditano 'Mami' Quevedo. El conjunto local apretó el acelerador en los minutos posteriores y Bolic tuvo en su zurda la ocasión para abrir mayor hueco en el marcador, tras un gran pase de Míchel, pero finalmente se le marchó a escasa distancia del palo derecho de la portería defendida por Nuno. Las cosas cambiaron en los diez últimos minutos de esta primera parte, en la que Osasuna buscaba el empate. A punto estuvo de conseguirlo Alfonso, con un potente disparo a una distancia de 30 metros que pegó en un defensa y fue a impactar con el palo izquierdo de la meta del estadounidense Keller.

El segundo acto del encuentro se inició con el mismo argumento, aunque alguna variación en los protagonistas, ya que Juande Ramos dio entrada a Luis Cembranos en sustitución del bosnio Elvir Bolic, y al portugués Helder por Iván, cambiando así el 4-4-2 por un sistema en el que el leonés era el enlace entre el centro del campo y un único delantero arriba, Jon Pérez Bolo. El partido estaba muy peligroso para el Rayo, ya que estaba concediendo demasiados espacios al conjunto 'rojillo', que se estaba creciendo por momentos al comprobar que las cosas no les estaban saliendo a los locales. El central valenciano Sergio Ballesteros, que regresaba al equipo tras cumplir un partido de sanción por acumulación de tarjetas, consiguió, en su línea, sacar algún balón peligroso, pero ni él ni De Quintana evitaron que en el minuto 18 Alfonso rematara de cabeza un balón que tampoco pudo detener el guardameta franjirrojo y que subía el empate al luminoso.

A falta de 20 minutos para que el colegiado señalara el final del encuentro, Juande Ramos se encontró con un problema adicional al feo juego de los suyos, ya que el técnico se quedó con diez jugadores sobre el terreno de juego, tras la expulsión del defensa vallecano Ramón de Quintana por doble amonestación. Para más inri, Mauro provocó el penalti que daba la posibilidad a Osasuna de marcharse con los tres puntos a Pamplona, pero el ex rayista Iván Rosado no supo sentenciar a su ex equipo. Lo pagaría caro, ya que el Rayo sacó el coraje suficiente para facilitar que en el último minuto del encuentro Luis Cembranos marcara el segundo y definitivo tanto, en el lanzamiento de una falta que había provocado Bolo.

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