Real Madrid y Barcelona empatan a dos
MADRID, 3 (EUROPA PRESS)
El Barcelona no pudo apuntillar a su histórico rival, el Real
Madrid, en el clásico de la Liga que dejó un doblete de Raúl y
Rivaldo, un agrio sabor para los blaugrana que no tradujeron su
dominio en victoria y el suspiro madridista que no supo dar el golpe
de efecto decisivo al campeonato.
El clásico fue en su arranque un compendio de los éxitos de
blancos y miserias de los blaugrana. Lesionado Abelardo en el
frustrado amistoso contra Inglaterra, Serra Ferrer tuvo que
reajustar su defensa en la que tiró del griposo Reiziger. Fruto de
una indecisión nació, precisamente, el primer gol de Raúl. De nada
había servido una propuesta más atrevida del equipo catalán, en la
que un centro de Marc Overmars cabezeado por Patrick Kluivert pudo
adelantar a los visitantes y la presión estaba situada muy arriba
para ahogar la construcción madridista. En cambio, todo ese esquema
quedó hecho añicos con un mal disparo de Roberto Carlos que se
convirtió inesperadamente en un pase a Raúl que, sólo ante Reina,
cruzó para adelantar al líder.
El tanto no cambió, sin embargo, el dibujo de un partido en el
que el Madrid desprendía agotamiento y un juego trabado e impreciso
en la salida del balón y el Barcelona acumulaba tiempo de posesión y
se aferraba a la velocidad por banda de Overmars para aspirar a la
igualada. Lesionado por un largo trecho de la temporada el portugués
Simao, aquel que se perfiló por su buen inicio de campaña en el
digno sucesor de Figo, el extremo holandés -declarado por los
propios rivales como el mejor del mundo en su puesto- desbordó sin
descanso a un Michel Salgado incapaz de restar su regate y
profundidad. Ese dominio táctico del Barcelona tuvo su recompensa.
Tanta era la facilidad que el Madrid concedía a su más odiado
contrincante para alcanzar la línea de medios ofensiva que en una de
ellas Luis Enrique asistió a Rivaldo, quien regateó a Casillas para
empatar a menos de diez minutos para el descanso.
Apenas un suspiro le duró la emoción al Barcelona, que volvió a
representar ese otro papel frágil en la retaguardia y concedió sólo
un minuto después el 2-1 en un gran internada de Helguera en el área
que vio frenado su disparo por las piernas de Reina y que remachó
casi en la misma línea de gol un solitario Raúl. Se hubiera
alcanzado la tregua del descanso con el duelo neutralizado en el
marcador si Casillas no hubiera volado hacia su escuadra en un
testarazo de Kluivert en la prolongación de la primera mitad.
EMPATA RIVALDO
Vicente del Bosque deshizo la novedad que presentó en el once
titular. Un deslucido Morientes dejó su puesto a Guti para tratar de
controlar un balón que, como anteriormente, se había posado en las
botas azulgranas. Resultó igualmente baldío ese control basado en
insípidos centros de Sergi u Overmars hasta que llegó la nueva
igualada de Rivaldo. El 'crack' brasileño aceptó el desafío que le
presentó el bigoleador Raúl y no el ausente Figo, aclamado el inicio
por la hinchada para cumplir con el 'desagravio' del Nou Camp y que
se desquició más adelante al no poder entrar en contacto con el
esférico. El Barcelona intensificó su acecho a la portería de
Casillas en el tramo final en busca de la resta de su desventaja,
mientras el Madrid se atrincheró atrás porque sabía que la
calculadora le era favorable -más aún tras la derrota del Deportivo
en Son Moix y el empate del Valencia en La Romareda- y suspiró
aliviado cuando Losantos Omar anuló un polémico gol de Rivaldo en el
descuento.