El Deportivo gana al París
Saint Germain en un partido épico (4-3)
A CORUÑA, 7 (EUROPA PRESS)
El Deportivo de La Coruña firmó su
noche europea más memorable tras remontar tres goles en la segunda parte y se
impuso finalmente 4-3 al París Saint Germain francés, en partido de la quinta
jornada de la Liga de Campeones.
El Deportivo salió al campo con la
mente únicamente puesta en la victoria y superó al Paris Saint-Germain, pero a
base de excesivas individualidades y, sobre todo, con mucha precipitación en
todos sus jugadores. Poco a poco, el conjunto galo se fue desperezando y
metiendo en el partido. La excesiva acumulación de efectivos de ambos equipos
en el mediocampo enfrió por completo al Deportivo, que comenzó a encontrarse
incómodo en la tela de araña diseñada por Luis Fernández.
Además, los franceses supieron
aprovechar a la perfección un mal despeje de Molina, que regresaba hoy a la
portería después de tres partidos, y Okocha logró, de fuerte disparo desde
fuera del área, el primer tanto del partido en el minuto 29. El gol sentó a la
parroquia local como un jarro de agua fría y comenzó a verse fuera de Europa.
En el minuto 42, Leroy dejó al Deportivo contra las cuerdas firmando uno de los
mejores goles de la competición, con remate a la escuadra inalcanzable para
Molina.
En el segundo tiempo, Javier Irureta
introdujo en el campo a Pandiani en busca desesperada de, cuanto menos, el
empate. Sin embargo, una perfecta internada al contragolpe de Algerino fue
culminada en gol por Leroy, que lograba su segundo tanto de la noche. Cuando
todo parecía perdido, las brujas de Riazor obraron el milagro.
Primero, Manuel Pablo envió un centro
medido desde la banda a Pandiani y éste, totalmente desmarcado, cabeceó a las
redes de la meta de Letizi. La entrada en el campo de Diego Tristán no pudo ser
más gloriosa porque, cuando sólo llevaba un minuto sobre el terreno de juego,
logró el segundo tanto con un remate de cabeza, el recurso utilizado por el
Deportivo en su noche más mágica.
Sin embargo, el italouruguayo no
desaprovechó un servicio de Makaay con la testa para corresponder con el tanto
del empate. Para redondear la noche, en un Riazor encandilado, el propio
Pandiani llevó el delirio a las gradas con un nuevo cabezazo tras un saque de
esquina.
Lo que parecía imposible o increíble
se hacía realidad. Con una efectividad casi máxima y con enormes dosis de
sacrificio, el Deportivo se hizo con los tres puntos en una jornada que nunca
olvidarán sus aficionados.